RICOS Y POBRES (LECCIÓN PARA SOCIALISTAS)

 

Habría que preguntar a toda esa panda de indocumentados (y fundamentalmente gilipollas) que se llaman a sí mismos socialistas, si conocen algún caso en la Historia, algún país, algún viejo  Imperio, por despiadado que éste resultase, en el que los pobres tuvieran que financiar la ominosa fiesta de los ricos. Tranquilos, no tomaos la molestia (suponiendo que sepáis leer), ya os adelanto yo que por muchos tomos de Historia Universal que os estudiéis (?) no vais a encontrar un sólo caso que se parezca a la España socialista del S. XXI. De manera que "socialistas" es sólo una etiqueta que os colgáis torpemente para aparentar que pertenecéis a esa casta privilegiada de altruistas que colabora con el correcto funcionamiento del Cosmos (¡qué horror!). Dispensadores de certificados democráticos y vigías de la modernidad. Vanidosos, engreídos e intelectualmente soberbios, aunque inútiles y cobardes por naturaleza.

          Ser socialista hoy deviene en posicionarse a favor de atrabiliarios personajes como Bill Gates, Mike Zuckemberg (autistas pajilleros que, por milagro, se han hecho insultantemente ricos y manejan cantidades de numerario superiores al PIB de la mayoría de países del 3er mundo, e incluso del 1º, me atrevería a decir), vampiros de las finanzas y  conspiraciones en Bolsa tal que el ubicuo George Soros, el vástago de la saga Rockefeller, los Clinton y el sonriente Obama (que en realidad es una víbora de la especulación bursátil); y asentir con cerviz agradecida a todas las ocurrencias que aciertan a poner en circulación unos individuos favorables al Transhumanismo y, por  ello, peligrosamente contrarios al crecimiento demográfico, a la prosperidad (la de los demás) y al progreso de la Humanidad. Compaginar este paradigma con la ideología socialista (por muy patéticamente caduca que ésta resulte hoy día) es tarea que reservo a los interesados. A un servidor ya le parece una tara del espíritu que no logran quitarse de encima: no se si para vengarse de afrentas imaginadas del pasado (la Guerra Civil) o un deseo patológico y suicida de borrar 70 años de progreso ininterrupido en España desde la aciaga fecha del 36 (en realidad, de 1934) hasta el 11-M de 2004; y cito esta fecha porque lo que hemos tenido a partir de entonces con la venida de Zapatero, masacre de por medio, es la continuación, por otros medios, de la  Guerra Civil. Lo que nos lleva a pensar que los 15 años de Felipe González y un PSOE nacional y reformista (en modo alguno revolucionario y con gusto por la sangre) fueron tan sólo un espejismo en la ya dilatada historia criminal de semejante engendro colectivo. 

         Finalmente el PSOE vuelve a su verdadero ser. Se siente más cómodo en compañía de matarifes y secuestradores, separatistas racistas y golpistas o embajadores de cárteles de la droga tal que Garzón (Baltasar) o el mismo Zapatero. Se abraza con siniestros personajes que mandan matar fiscales en su propio país tal que Cristina Fernández de Kichtner, el histriónico asesino Ortega, en Nicaragüa, o los patéticos Maduro y Raúl Castro, referentes del socialismo estúpido (pero altamente genocida) mundial. Repartidores de esclavitud y miseria, los herbívoros pastantes españoles están encantados de acudir, alegres, al matadero: "por los menos -se consuelan- no gobierna la derecha".  Es todo lo que pueden ofrecernos. Así que, conciudadano español, despiértate y cava tu trinchera; resiste. Y llegado el momento: te obligarán a proteger lo tuyo a dentelladas. Dales tiempo y oportunidad.